La moda de pequeños pasteles se
ha ido extendiendo por todo el mundo con el paso de los años, y como era de
esperar, no han tardado en surgir diferencias entre unos cupcakes y otros
debido a las diferentes tendencias de cada país.
Aunque la base de pequeño
bizcocho/ponqué y la idea de cubrir y decorar los cupcakes es muy común en todo
el mundo, se pueden apreciar diferencias, sobre todo en cuanto a ingredientes y
elaboración, pero también en las coberturas y los rellenos, como Directo al Palabra
resumen a continuación.
Ingredientes
Es obvio que cada país y zona se adapta
a sus materias primas, y a sus costumbres y tradiciones gastronómicas que
trasladan al mundo cupcake. En Estados Unidos, por ejemplo, existen cambios
notables en el uso de ingredientes según la zona.
Si se trasladan a América
Central, las frutas tropicales reinan como ingrediente a la hora de hacer un
cupcake con masa afrutada o aromas y pastas de frutas. Más hacia el norte
encontrarán todo tipo de sabores, más y menos habituales, debido a la multiracialidad
de la población.
En países árabes, o con esta
influencia, es común el uso de frutos secos como pistachos o nueces, así como
la utilización de especias como el azafrán, el cardamomo o la nuez moscada,
todos ellos muy habituales en su repostería.
Por su parta, en Europa las
distintas variedades de cupcakes son todavía más amplias. Así, por ejemplo, en
Alemania el uso de frutas de temporada está muy presente, igual que en su
repostería tradicional. En Portugal son habituales los cupcakes elaborados con
harina de arroz, base de su famoso bolo de arroz.
Coberturas
Las coberturas también sufren
variaciones de la creación estadounidense original. En Australia los cupcakes
se cubren con coco rallado al igual que sucede en su tradicional pastel, el
Lamintong. Y en Francia las coberturas habituales son de sabores mucho más
sofisticados y típicamente florales con sabores tan deliciosos como rosa,
jazmín, amapola y violeta, influencia de sus afamados y delicados macarons.
En general los cupcakes franceses
recurren a coberturas mucho más “refinadas” y menos cargadas de mantequilla.
Son habituales las de queso, merengues o glaseados en lugar de mantequilla o
fondant. En general, huyen de los cupcakes que pueden resultar más pesados a la
hora de comer.
En España, por ejemplo, las
coberturas se convierten en sabores tradicionales y tan de ellos como la
sangría, el chocolate con churros, arroz con leche o el turrón de Jijona.
En cada país se adaptan los
cupcakes hasta el extremo necesario para convertirse en los reyes actuales de
la repostería creativa.
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